Soporífero partido de dos equipos que no dispararon a puerta.
Una tarde helada en Alcoy acogió ayer el partido de la jornada 23 de Primera RFEF entre el C.D. Alcoyano y el Real Betis Deportivo. Más helada aún se quedó cuando ambos equipos saltaron al césped y no fueron capaces de crear ninguna ocasión de peligro en 90 minutos. Menos mal que el partido se jugó a las 19:30 horas, porque de haber sido antes, los asistentes al Campo Municipal de El Collao podrían haber echado la siesta sentados en sus butacas. Empate a cero entre dos equipos muy planos en ataque y con posesiones horizontales, que hicieron imposible aquello de meter mano a las defensas.
Valens: No tuvo el trabajo ni las exigencias que sí tuvo en Murcia. Al igual que su homónimo, fue un espectador más.
Andrés: Bailó con la más difícil, el extremo del filial verdiblanco Pablo. Estuvo a la altura para defender al que fue el mejor jugador del Betis.
Farru: No estuvo excesivamente exigido. Con el balón no arriesga y eso evita fuegos innecesarios.
Antón: Sus pulmones son infinitos. La segunda parte fue mejor que la primera. Estuvo más acertado y presente en posiciones ofensivas.
Pichu: Reafirmó el gran estado de forma en el que se encuentra. Seguro en defensa, llegando a tiempo a todos los balones que podían ser claras ocasiones de peligro.
Imanol: Es el sostén del equipo y evita que se rompa.
Dani Molina: Fue sustituido por un fuerte golpe. Sigue demostrando que cada vez se encuentra más cómodo en posiciones de ataque.
Eneko: Sigue en un buen momento, al igual que los miembros del trivote, tuvieron poco trabajo.
Pastrana: Poco que destacar de un jugador que debería marcar la diferencia en un partido donde los ataques escasearon.
Ferni: Se llevó la peor parte de un partido en el que no pasó absolutamente nada. Grave lesión de rodilla que lo mantendrá apartado de los terrenos de juego hasta final de temporada.
Yacine: En un estado de forma vergonzoso. Un estado físico que no lo firman ni los jugadores de la liga local de fútbol 7 de veteranos de nuestra ciudad. Un balón en profundidad dejó en evidencia que Qasmi no puede ni con su alma.